En nuestra sociedad hay muchos problemas de salud: desde los
visuales (que aparecen por la edad como el DMAE) hasta los medioambientales
(contaminación tanto a nivel macrobiotico como a nivel acústico). En este caso
vamos a hablar de los referentes a contaminación acústica, pues es un problema
que no parece importante porque va afectando poco a poco pero que cada vez mas
personas lo sufren.
Un problema en aumento
Al igual que las cataratas van aumentando entre la sociedad
por el uso (o abuso, en según que casos) de las tecnologías, el fenómeno de
perdida de audición también va aumentando poco a poco gracias al uso de cascos
para escuchar música, la radio, etc.
Si es cierto que la mayoría de casos actuales son por
traumas sonoros adquiridos en lugares muy ruidosos como puestos de trabajo con
un alto índice de decibelios; pero las nuevas generaciones que suben también
están adquiriendo un declive en el nivel auditivo progresivo gracias a estas
conductas. En este último caso poco se puede hacer salvo bajar el volumen del
aparato o usar unos auriculares externos para reducir el daño a largo plazo. En
el primer caso la solución es otra.
Todos los traumas sonoros, sea cual sea su origen, acaba causando sordera de uno o de ambos oídos.
Cuando no existe reducción externa de sonido
Cuando existe una fuente de sonido continua puede mermar el nivel auditivo
Cuando trabajamos en una serrería, fundición o algún sitio
donde constantemente se nos bombardea con una gran cantidad de sonido que no
puede ser mitigado porque todo el entorno sufre del mismo sonido nos queda una
solución: protección.
Dicha protección puede ser desde auriculares externos hasta
tapones hechos a medida; de hecho, mucha gente utiliza esta última opción para protección
auditiva en trabajos de ruido continuo o incluso para dormir.
Tapones estándar
Tapones a medida, la mejor opción para proteger tu oído
Hay que recordar que una protección a medida siempre es la
mejor protección.
No dejes que merme tu calidad de vida con el tiempo: protege
tus oídos.